Cuantas veces nos perdemos en el detalle, en analizar el instante, el interpretar una mirada y nos perdemos la magia del momento, las circunstancias, el entorno..
Cuantas veces nuestros miedos nos aparecen cuando menos lo esperamos, cuando de repente sin saber es un comentario, unas palabras, un hecho inconscientemente que nos lleva a momentos pasados, nos traen un dolor que pensábamos olvidado y nos paraliza, nos poner en alerta, nos hacer replegarnos.
Pero y si cuando estamos viviendo ese miedo por algo ya pasado lo verbalizasemos, los habláramos y si además a quien se lo dices no sólo te escucha sino que te da la clave para verlo?
Tiene las palabras adecuadas para hacerte ver que era solo eso un miedo irracional que no se ajusta al momento actual
Cuantas veces nuestros miedos nos alejan del momento, cuántas veces nos impiden sentir, vibrar, disfrutar?
Es difícil pero tenemos que soltar, soltar nuestros miedos: nuestro miedo a la incertidumbre, nuestro miedo a sentir, nuestro miedo a entregarnos, nuestro a confiar en nuevos momentos, confiar en nuevas relaciones, confiar en nuevas personas que quizás se queden para siempre en nuestras Vidas y en nuestros Corazones.